Mujer de Negro

Sentada detrás de la ventana, su mirada habita escondida en la ''Noche cerrada, Negro el cielo, negro el muelle, negro el mar'', se ilumina entre el silencio enardecido de la ciudad que se agita con el constante ir y venir de los autos y su gente, todo parece estar en descontrol, todo, menos ella. 

Su tiempo se detiene, sentada frente al oscuro cristal, observa su rostro en el reflejo y su mirada se fija en la profundidad de sus retinas. Nace uno de los tantos impulsos que la gobiernan y desbordan, como un mar embravecido, entonces cierra los ojos y se deja llevar. 

El agua la moja, la hace flotar, se arquea mientras se despoja lentamente de su ropa, Mujer de Negro, con poemas galopantes que se expanden por su desnudez, van empapando su piel, abren la verticalidad de sus labios al imperioso deseo, presionando la intensidad del éxtasis, gimen los susurros que palpitan en su cuello con la intensidad de un latido, bebiendo despacio a la mujer y sus impulsos. 

Mujer de Negro, ardiendo con las letras del poema que se escribe en su piel, con la tinta indeleble de su placer.

Relato que participa en la dinámica, Jueves de Relatos, nuevamente conducido por Neogeminis 

y su blog ''El extraño mundo de Neo''.

''Con inicio sugerido'', es la temática de esta semana.

''Noche cerrada, Negro el cielo, negro el muelle, negro el mar'' es la que he seleccionado.