3:30 de la madrugada
la tenue luz de una farola
entra por la ventana
desciende con pesadez
iluminando en el lecho tu lado.
De noche
la ausencia se prolonga
y en la lánguida espera
tu almohada susurra.
La abrazo
como quien intenta retener
tu aliento.
Y así, junto a mi pecho
tu latido regresa
devolviéndome el mío.