"Albedrío"
Relato de esta semana en: La Bitácora de Mar
Me despierto despacio ... Gruesas cortinas impiden que la luz se filtre por la ventana, aliso mi ropa que a esta hora me parece extraña, duele su roce.
Me encuentro agitada, sujeto con ambos brazos una almohada sobre mi cabeza y presiono fingiendo dormir. Mi corazón se detiene y avanza lento, sincronizándose con la oscuridad.
Siento su presencia, sus pasos desplazándose tranquilos, pasos lentos de hombre maduro y con una intensidad que desgarra mis entrañas. Es difícil resistir la invasión de su recuerdo, se ha apoderado de mis pensamientos, de mis íntimos deseos.
Echo de menos su aliento, el calor de sus besos ... su voz, su mirada profunda. Su sombra se pone en movimiento, me sonríe y lentamente empieza a desvestirme, expande mis piernas, luego se sitúa a cierta distancia ... Expectante.
Echo de menos su aliento, el calor de sus besos ... su voz, su mirada profunda. Su sombra se pone en movimiento, me sonríe y lentamente empieza a desvestirme, expande mis piernas, luego se sitúa a cierta distancia ... Expectante.
Toda la habitación parece contener la respiración mientras observo la lenta reacción de su mano bajando, hasta aterrizar en la flor que se entreabre ardiente y temblorosa. Los dedos humectados de salvia se deslizan, proyectándose hacia las profundidades oscuras del deseo ... Su sombra lasciva se incrusta febril, su voz inmensa y rasgada se derrama al borde del abismo en un susurro indiscreto ... Mi respiración quebrada en deliciosos escalofríos.
Aún desnuda, todavía abierta por el homenaje a su recuerdo ... Emerjo.
Aún desnuda, todavía abierta por el homenaje a su recuerdo ... Emerjo.