De un tiempo a la fecha empiezo a sentir ciertos cambios en mi personalidad, gustos y forma de hacer y ver las cosas, están llegando en un momento de mi vida que los recibo con la mente abierta y cierta picardía ... Un ejemplo de ello.
Ayer me puse un vestido rojo, zapato de piso, un plug, ah; y un bolso pequeñito ¿ vestir de rojo ?, es algo que ni en sueños hacía.
Me fui al centro, estacioné el auto casi al inicio y caminé sus calles empedradas, [ siempre resguardando la distancia indicada ], sin límite de tiempo y nada en qué pensar, solo lo que sucedía en esos momentos.
Observé, leí, investigué, pregunté, probé, compré e hice todo lo que en ese instante me apetecía. Ya entrada la tarde y después de varias horas deambulando por ahí vino la lluvia, se dejó sentir intensa y fresca, llegó acompañada de un viento moderado.
La gente empezó a resguardarse en los locales o en sus autos; yo acababa de comprar un moka con baileys, por su sabor dulce, en otros tiempos ni me lo hubiera planteado. La escena era mágica, puse la tapa al tarro de café y empecé a caminar de regreso las doce calles hasta el auto ... Fue una experiencia inolvidable.
¿ Has probado el café estando bajo la lluvia ... ?.